Bioclimatización

El calor sigue, no cesa. Está claro que no nos vale rezar a los dioses para que sean clementes con nosotros y nos manden un tiempo más propicio. Es por ello por lo que, complementando a la historia de la climatización que ya tratamos, vamos a hablar de la bioclimatización.

La bioclimatización es el diseño de espacios habitables teniendo en cuenta las condiciones climáticas, aprovechando los recursos naturales disponibles y utilizando la mínima energía posible. Es una forma de entender la climatización y está muy ligada al diseño y arquitectura ecológica y sostenible.

Aunque pueda parecerlo, la bioclimatización no es algo nuevo. Una gran parte de la arquitectura tradicional ya funcionaba según sus principios. Se utilizaban elementos como: ventanales orientados al sur en las regiones de clima frío, materiales con determinadas propiedades térmicas (como la madera, piedra o el adobe), el encalado en las casas mediterráneas para mantener el interior fresco en verano…

Pero lo que realmente ahora nos importa es si la arquitectura y el interiorismo bioclimático pueden aportan soluciones para evitar o al menos reducir el calor. Y puede.

Algunas de las soluciones que aporta proceden de la arquitectura tradicional. Se basan en como nuestros antepasados evitaban el calor. Son soluciones como: la utilización de toldos, emparrados, celosías y contraventanas (que mantienen el interior fresco protegido del sol y permiten la circulación del aire); paredes claras que reflejan los rayos solares y no se calientan de forma excesiva; la utilización de agua (por ejemplo en una fuente, en un pequeño estanque) para refrescar el ambiente y la realización de patios interiores con vegetación y agua, que generan corrientes de aire fresco de manera natural.

Otras posibles soluciones que nos aporta la bioclimática son más actuales. Soluciones como: la utilización de ventanas alargadas en sentido vertical y situadas en la cara interior del muro, que dejan entrar menos radiación solar; el aislamiento térmico o la utilización de aparatos de refrigeración de energías renovables como la eólica, la solar fotovoltaica, la solar térmica e incluso la geotérmica.

La bioclimática, como vemos, aporta una alternativa natural, ecológica, sostenible a la climatización.

Fausto Sánchez-Cascado. «historiólogo creativo»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *