Thonet y la silla 14

El hombre es un animal que se sienta, de ahí proceden nuestros muebles de asiento: sillas, sillones, taburetes, sofás… De todos ellos quizá la silla sea la más utilizada, de hecho no solo nos sentamos en ella; para indicar que ya somos personas maduras decimos “que sentamos la cabeza”.

La evolución de la silla ha sido lenta. Desde las griegas clásicas (klismos) a las de inicios del siglo XIX de estilo Imperio, apenas hay diferencias de forma y estructura. Tenemos que llegar a mediados del siglo XIX para encontrar al diseñador y la silla que revolucionaron el mundo del asiento, Michael Thonet y su silla nº 14.

El mobiliario de Thonet y especialmente su silla 14, cambiaron el concepto del mobiliario de asiento y son el mejor ejemplo de los nuevos conceptos que trajo la industrialización del XIX.

Michael Thonet nació en 1796 en la zona fronteriza entre Alemania y Austria. Como su padre Michael, se dedicó a la realización de mobiliario. Su obsesión fue conseguir un método para laminar y curvar la madera. Ello evitaría los costosos modelados con cincel y rebajaría el número de piezas de los muebles. En 1840 consigue su objetivo, una técnica para curvar la madera. En la difusión de sus primeros muebles de madera curvada es apoyado por el propio Canciller austriaco Metternich. En 1851 fabrica la Silla nº1; pero lo que modifica la historia del asiento es su silla número 14 realizada hacía 1855.

La silla Thonet número catorce tenía solo seis piezas. Eso le permitía una enorme facilidad de montaje (se eliminaban ensamblajes y tornillos), embalaje (desmontadas las sillas ocupaban poco espacio) y bajo coste (en 1860 costaban menos que una botella de vino). Las sillas que se podían equiparar a ella, como la Windsor o Chiavari, tenían respectivamente veintitrés y dieciséis piezas. La catorce se realizaba con varas, normalmente de madera de haya, curvadas por el vapor, con la que se realizaban piezas normalizadas, modulares e intercambiables. Hasta 1930 se habían vendido 50.00.000 de unidades.

… y aunque hablemos en pasado, la catorce se sigue fabricando, y, seguramente, podemos añadir unos cuantos millones más de “Thonets catorces” en las calles. Quizá ahora mismo usted esté sentado sobre una de ellas…

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Fausto Sánchez-Cascado. «historiólogo creativo»

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