La utilización del sol como fuente energética está pasando de considerarse como una energía alternativa a ser cada vez más importante. El autoconsumo solar fotovoltaico es la forma más generalizada de su uso en la arquitectura. Consiste en la producción a pequeña escala de electricidad para el propio consumo.
Los sistemas de autoconsumo se clasificarán según estén o no conectados a la red eléctrica convencional. Así nos encontramos con sistemas aislados, con conexión a la red y conmutados a la red. Los sistemas aislados no tienen conexión con la red, la electricidad producida se consume al instante o se almacena en baterías. Los sistemas conectados permiten enviar a la red eléctrica general los excedentes producidos por el sistema de autoconsumo y utilizar en momentos determinados la electricidad de la red convencional. Se utiliza un mecanismo de compensación llamado balance neto, que permite descontar en las facturas de la electricidad convencional los excedentes cedidos a la red. Los sistemas conmutados permiten conmutar la instalación solar a la red eléctrica con rapidez (diez milisengundos) o convertirla en un sistema aislado.
Los componentes básicos de un sistema de autoconsumo son los paneles fotovoltaicos y los inversores. Los paneles fotovoltaicos son un conjunto de celdas que producen electricidad a partir de la luz solar que incide sobre ellos. Los inversores convierten la corriente continua, creada por los paneles fotovoltaicos, en corriente alterna apta para el uso. Otros componentes son las baterías (para almacenar la energía), las estructuras de sustentación de los paneles, los cargadores y reguladores de las baterías y los accesorios para motorizar y controlar el comportamiento del sistema.
Las ventajas de los sistemas de autoconsumo son muchas. Reducen o eliminan la dependencia con las compañías eléctricas, reducen la necesidad de inversión en nuevas redes, disminuyen la dependencia energética del país con el exterior, requieren un mínimo mantenimiento y utilizan una energía, la solar, gratuita, inagotable, limpia y respetuosa con el medio ambiente. No todo son ventajas, como inconvenientes se pueden señalar: el coste de los elementos del sistema (aunque se hayan abaratado aún son altos), la intermitencia de la producción eléctrica (condicionada por la climatología), la instalación compleja sobre todo en edificios altos, la dificultad del reciclaje de sus elementos, la importante inversión inicial necesaria (amortizable en siete u ocho años normalmente) y aspectos legales como los que conciernen al balance neto.
En España la reciente Ley 15/2018 de Medidas Urgentes para la Transición Energética ha eliminado trabas, tasas y ha simplificado la tramitación administrativa y técnica. Entre otras medidas se permite el autoconsumo compartido y los sistemas de balance neto, de compensación de facturas eléctricas. El autoconsumo compartido permite la utilización de sistemas de autoconsumo no solo entre vecinos de un mismo bloque, sino entre varios edificios de una misma manzana o varias fincas. Elimina también la obligación de la instalación del sistema en el mismo edificio donde se consume la energía. Se puede instalar en otro edificio (que disponga por ejemplo de mejor orientación y horas de radiación solar), el titular de la instalación puede ser distinto al que consume la energía.
Autoconsumo solar fotovoltaico algo más que una alternativa energética, una solución de futuro.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado «Historiólogo creativo»
FUENTES
_ https://es.wikipedia.org/wiki/Autoconsumo_fotovoltaico
_ https://elpais.com/economia/2018/12/13/actualidad/
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