Más es más, menos es aburrido, nunca es demasiado… son frases que nos pueden ayudar a entender qué es el diseño maximalista. Maximalismo que aparece como tendencia entre finales de la década de los noventa e inicios de nuestro siglo. Que surge en oposición y como alternativa al minimalismo. Que opone su exceso, su eclecticismo, a la austeridad minimalista.
El diseño maximalista, que siendo un estilo y tendencia actual, tiene unos antecedentes lejanos. Estilos como el Gótico flamígero medieval, el Barroco y Rococó, el Victoriano y el estilo Pop, entre otros, eran también maximalistas. Estilos que daban, como el maximalismo, importancia a la ornamentación, a la mezcla, a la sofisticación y dejaban muy de lado la funcionalidad. Pero fue sobre todo el movimiento Posmoderno de los ochenta, el que podemos considerar como antecedente más cercano. La crítica de este a la excesiva austeridad del racionalismo de la posguerra es prácticamente la misma que el diseño maximalista de nuestros días da al minimalismo.
Maximalismo que se ha extendido al arte, arquitectura, moda e interiorismo. En la moda con diseñadores como Driess Van Notten y Vivienne Westwood que parten de formas que tienden al exceso, a la libertad creativa, a la sofisticación. En arquitectura con Frank Gehry que, aún partiendo del concepto de la deconstrucción, tiende a formas maximalistas.
En el caso del interiorismo, podemos marcar dos tipos de percepciones, de forma de aplicación, del maximalismo. Por un lado, hay interioristas que entienden el maximalismo como exceso, formas ostentosas y barroquismo. Una forma de volver a cierto interiorismo de la década de los ochenta del pasado siglo. Los interiores que podíamos ver en series televisivas de éxito de la época como Dinastía. Otros interioristas entienden el maximalismo como una manera de eludir las formas funcionales y minimalistas que, para ellos, coartan la libertad creativa. Una forma de realizar interiores libres, originales y dinámicos.
En términos generales, un interior maximalista se caracterizará por los elementos siguientes. Se tenderá a utilizar formas onduladas, curvadas y muy ornamentadas. Materiales y acabados buscarán la sofisticación. Se utilizará una amplia paleta de color. En el mobiliario se partirá de la mezcla de estilos, pudiendo por ejemplo coexistir muebles vintage con mobiliario industrial. En la iluminación se buscarán efectos dramáticos. El eclecticismo, la mezcla, y la ornamentación serán elementos básicos para la tendencia.
Maximalismo, minimalismo, quizá las dos caras de una misma moneda…
Texto: Fausto Sánchez-Cascado, “historiólogo creativo”.