Hogares lentos (slows homes) lo opuesto a los fasts homes, los hogares rápidos, los “hogares basura”. Un movimiento que busca unos interiores ecológicos, saludables, diferenciados, relacionados y construidos con materiales de su entorno y con espacios diáfanos, simples y sobrios.
El movimiento de hogares lentos tiene su origen a finales de los años ochenta del pasado siglo. En 1989 en Italia surgió el Manifiesto Slow Food (comida lenta), que ante la llamada comida basura (industrial, rápida) reivindicaba una alimentación popular, sostenible y artesanal. El movimiento se extendió, a lo largo de finales del siglo XX e inicios de nuestro siglo, a todo el mundo. El concepto slow se extendió a otros campos, entre ellos al diseño (slow design). El slow design, parte de conceptos como los de sostenibilidad, reciclaje, diseño colaborativo y consumo reflexivo. El slow design se extendió a todos los sectores del diseño, entre ellos la arquitectura y el interiorismo.
Los impulsores principales del concepto de slow home, han sido los arquitectos estadounidenses John Brown y Mattew North. Al igual que en la alimentación, para Brown y North existen “viviendas basura”, nocivas (como la cocina rápida) para sus habitantes y para el medio ambiente. Hay que entender al slow home más que un estilo del interiorismo como una práctica, una estrategia, dentro de la arquitectura interior. En ella se pueden integrar diferentes estilos o tendencias. Así en un hogar lento podemos encontrar elementos minimalistas, funcionales, rústicos, orgánicos… Los estilos o tendencias utilizados estarán en función de los conceptos que al inicio destacábamos: ecología, salud, materiales del entorno y espacios sobrios y simples.
El interior de una vivienda lenta partirá, en términos generales, de las características siguientes. Se utilizarán como materiales para su realización, materiales naturales, no tóxicos, del entorno y sostenibles, a poder ser lo más artesanales posibles. La madera será un elemento fundamental.En la distribución interior se buscarán espacios abiertos, amplios y conectados entre sí. Espacios austeros, no recargados. Buscando áreas comunes que inviten a la interacción entre los usuarios de la vivienda. En el caso de los colores se tenderá a utilizar colores claros, para dar sensación de amplitud y calidez, y las propias tonalidades de los materiales. La iluminación será fundamentalmente natural, con grandes ventanales, la artificial partirá de elementos como los leds. Los techos serán altos para evitar la sensación de opresión. Normalmente los suelos serán de madera El mobiliario partirá de esa búsqueda de simplicidad y sobriedad del movimiento, utilizando estilos como el rústico, minimalista, orgánico… En Tiovivo ya hablamos en otro post con más detalle sobre mobiliario ecológico que puedes leer aquí.
Lentitud como sinónimo de tranquilidad, paz, sosiego. Hogares lentos en oposición a “hogares rápidos-basura”. Como dice el título de la obra de Carl Honoré, slow home, como un elogio a la lentitud.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado «Historiólogo creativo»
FUENTES
_ BROWN, John, NORTH, Mattew. What’s Wrong With This House?. Canadá, 2010
_ HONORÉ, Carl. Elogio de la lentitud. RBA editores, 2006
_ https://maderamen.com.ar/todo-madera/2017/02/12/slow-design-slow-home-madera
_ www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2010/06/07/193550.php
_slowhomestudio.com
_ https://www.casaquesuma.com/hogar-lento-slow-home-bioconstruccion