Con el nombre de jardín vertical (también conocido como muro, pared o fachada verde) nos referimos a una forma de cultivo de plantas, en el exterior o interior de un edificio, sin necesidad de suelo o sustrato horizontal. Una fachada o pared interior vertical total o parcialmente cubierta de plantas. Estos jardines verticales tienen como fundamento el hecho de que las plantas utilizan la tierra solo como medio, muchas de ellas pueden crecer con escasa cantidad de tierra.
Como antecedente más remoto de este tipo de jardines verticales, podemos señalar una de las antiguas maravillas del mundo, los Jardines colgantes de Babilonia (siglo IV a.C). A lo largo de la historia, los muros se han cubierto en muchas ocasiones de plantas. Entre los siglos XIX y XX, el movimiento Jugendstil, la versión alemana del Art Nouveau-Modernismo, utilizaba plantas trepadoras para marcar la transición entre casa y jardín. En el siglo XX el movimiento inglés Garden City también partió de la utilización de plantas trepadoras en las fachadas de las casas. En la década de los treinta en Europa. hubo una cierta decadencia en su utilización, las nuevas técnicas de construcción, basadas en conceptos funcionales, no eran muy partidarias de las fachadas verdes. En EE.UU en cambio, apareció la figura de Stanley White Hart, que en 1938 patentó un sistema de muros vegetales. La potenciación actual de los jardines verticales, sobre todo en Francia y Alemania, ha venido sobre todo por la figura del botánico francés Patrick Blanc, al que se le considera el verdadero creador de los actuales muros o paredes verdes.
La estructura básica de un jardín verde se compone de una estructura metálica, un panel de soporte, una capa de irrigación, los elementos que suministran el agua y nutrientes y los que recogen el agua. Las plantas que lo componen suelen ser enredaderas, ciertos tipos de helechos, jazmín, plantas colgantes y trepadadoras.
Los jardines verticales aportan una serie de beneficios importantes. Retienen el polvo y las sustancias contaminantes, pueden filtrar, por ejemplo, hasta un 80% del aire. Mejoran la climatización de los edificios, enfrían las paredes en verano y disminuyen las pérdidas de calor en invierno. Absorben ruidos, hasta diez decibelios. Reducen los riesgos de inundación y sirven como mecanismo de aprovechamiento del agua, devuelven el agua de lluvia a su ciclo natural y retienen gran parte de ella. Como inconveniente más claro, sobre todo en el caso de los exteriores, es que en ocasiones las plantas enraízan en el muro, con lo que producen daños a la estructura. La solución a ello es una correcta impermeabilización y utilizar plantas muy ligeras. Por otro lado, no siempre la estética del jardín vertical conecta con el propio edificio y con el ambiente general del espacio en que se sitúa.
Los jardines verticales situados en interiores, tienen una función más estética-decorativa que los situados en el exterior. Permiten, en espacios reducidos, disponer de un espacio vegetal, que de otro modo sería imposible. Se sitúan en todos los espacios de un interior, salones, dormitorios, zonas de recepción…
En el estudio Tiovivo Creativo bien saben de los beneficios de conectar un espacio con la naturaleza a través de un jardín vertical. El nuestro, de la mano de Greenarea -especializados en jardines verticales con plantas vivas o estabilizadas-, aporta frescor al patio interior con diferentes tipos de helechos y plantas de flor como el espatiflio. Se puede ver al completo aquí.
Jardines verticales que como nos dice Patrick Blanc son “un fragmento de la naturaleza invitada en la ciudad”.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado, “historiólogo creativo”.
Referencias
_ https://www.ecointeligencia.com/2012/04/jardines-verticales/#lightbox/0/
_ http://www.integralgarden.com/index.php/jardines-verticales
_ http://edelweissciencia.blogspot.com.es/2010/04/jardines-verticales
_ http://www.verticalgardenpatrickblanc.com/
_ http://www.jardinesverticales.es/que-es-un-jardin-vertical/