Miguel Fisac (1913-2006) es una de esas figuras que da España y que muchas veces son poco conocidas. Fundamentalmente arquitecto, pero también urbanista, diseñador de interiores, muebles y también pintor; ayudó a transformar el concepto de la arquitectura española en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta. En una época en que aún dominaba el estilo clasicista-casticista, él planteó un estilo personal y moderno.
Miguel Fisac nace en Daimiel (Ciudad Real), su padre era farmacéutico. La guerra civil interrumpe sus estudios de arquitectura que acaba en el año 1942. Desde estos años cuarenta se aleja de la arquitectura imperante, tanto de la clasicista como del racionalismo-movimiento moderno. Planteará un estilo propio inspirado en Wright, el organicismo nórdico y la arquitectura popular. Sus primeras obras parten de una idea social de la arquitectura. Muy pronto empezará a construir edificios religiosos.
A Fisac se le ha conocido como “el arquitecto de las iglesias”. Relacionado con este hecho esta su adscripción, durante casi veinte años, al Opus Dei. Fue miembro importante de la Orden hasta que en el año 1955 la deja. El arquitecto declaraba que nunca había estado cómodo en ella y le atribuía su casi ostracismo en la década de los sesenta. Sus iglesias rompían con las neobarrocas de la época. Bebían del espíritu del Concilio Vaticano II, no guardaban simetría, eran sobrías y sencillas. Fueron un modelo para el resto de las realizadas en la décadas de los sesenta y setenta. Iglesias como las de Santa Ana y Nuestra Señora de la Esperanza de Madrid o la de los Padres Domínicos de Alcobendas.
La arquitectura de Fisac, como ya indicábamos, tendrá unas características muy personales. Una de sus bases fue la utilización del hormigón armado pretensado y postensado y mediante él la utilización de vigas-hueso. Estos elementos y otros, como sus encofrados flexibles, le permitían una ligereza e iluminación especial en sus interiores, la deconstrucción de sus edificios y una expresividad cercana al minimalismo. Ello queda patente en edificios como los Laboratorios Farmacéuticos Made, el Centro de Estudios Hidrográficos o La Pagoda (tristemente demolida en 1999) todos en Madrid.
Fisac no se limitaba a realizar la arquitectura exterior de sus encargos, realiza también sus interiores y mobiliario. Interiores y mobiliario con su sello: orgánicos, austeros, funcionales.
Pero quizá el aspecto más interesante del arquitecto manchego es su inmensa capacidad de trabajo y curiosidad por “todo lo humano y divino”. Cercana su muerte aún trabajaba sin descanso, lanzaba furibundos ataques a la arquitectura y diseño actual y estaba lucidamente vivo.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado, “historiólogo creativo”
Para conocer más sobre Miguel Fisac os dejamos también un reportaje de la revista AD donde analizaban su gran aportación a la arquitectura española y uno de los edificios más importantes del siglo XX como es el Centro de Estudios Hidrográficos.
Que fresca y refrescante me parece hoy su obra, siento mucho la demolición de La Pagoda, que a todos los arquitectos nos hacía volver la cabeza, y sus vigas hueso, en lo que quizá coincida algo con Gaudí, me parecen un recurso antes del ordenador de gran sensibilidad en aspectos plásticos y mecánicos renombrables
Hola Carolina, gracias por leernos y por aportar tu opinión en este artículo! Un saludo
Soy una admiradora de su obra ,sentí una gran pena cuando se destuyo La Pagoda un edificio emblemático de Madrid , espero que esa obra alguien la reproduca es magnífica.
Gracias por leernos Ana. Una gran pérdida su derribo sí… Un saludo