Peter Zumthor

Peter Zumthor (Basilea, 1926) es uno de los arquitectos más reconocidos y valorados de la actualidad. Premio Pritzker 2009, es un arquitecto atípico, opuesto a los conceptos de “arquitecto estrella” y al de “arquitectura emblemática” tan generalizados aún. Vive en una pequeña aldea alpina suiza, (Haldenstein). Su obra es reducida, controlada y artesanal. Sus proyectos son atemporales. En palabras de Fernández Galiano un arquitecto: (…) sabio, inexorable y dulce, que construye recordando los objetos y los paisajes de su infancia (…)

Hasta la década de los cincuenta del pasado siglo, trabajo como ebanista con su padre. Posteriormente realizó estudios en la Kunstgewerbeshule, escuela de Artes y Oficios de Basilea, y en el Pratt Institute de Nueva York donde realizó estudios de diseño. Hasta el año 1979 se dedicó en el Departamento de Preservación de Monumentos de Graubünden a ser proyectista, restaurador y consultor de villas históricas. A partir del año setenta y nueve creó su propio estudio.

Entre sus proyectos, la obra que le dio a conocer fue la Capilla de San Benito (Sumvitg, Suiza, 1989). Una obra que combina artesanía, simplicidad y pureza con materiales y técnicas modernas. Las Termas de Vals (Vals, Suiza, 1996) es el proyecto que le dio la fama y su obra más conocida. Unas termas integradas en la loma de una montaña. Que juegan con los conceptos de luz y oscuridad, con los espacios abiertos y cerrados. Otras obras de los noventa e inicios de nuestro siglo han sido el Museo de Arte de Bregenz (Austria, 1999), el Pabellón de Suiza de la Expo 2000 (Hannover, 2000) y el Museo de Arte de Kolumba (Colonia, 2000). La capilla del Hermano Klaus(Mechernich, Suiza, 2007) es una de sus obras más significativas. Para su realización se reunieron troncos de gran longitud formando una especie de tienda. Durante veinticuatro días se situó en ellos capas de hormigón; posteriormente se encendió fuego para secar los troncos, ya secos se retiraron los troncos; ello lleva a un recinto con un aspecto materico, sagrado, ancestral.

La obra de Zumthor es absolutamente personal. Empezando por su método de trabajo. Para realizar un proyecto tiene que tener afinidad con él (ha rechazado encargos de Audi, Armani y Hugo Boss). Para sus proyectos parte de una idea previa y da mucha importancia a los bocetos. El promedio de tiempo para su realización es de unos siete años. Los materiales son un elemento esencial en su trabajo. En ellos según sus propias palabras “(…) está encerrada la forma (…)”. Busca el ascetismo, la sobriedad, la armonía. Crear más lugares que edificios. Sus obras se pueden entender como una relectura moderna de la arquitectura tradicional.

Más allá de la moda, que aborrece, de los estilos, Zumthor pretende ser solo: (…) un carpintero que dice la verdad”

Texto: Fausto Sánchez-Cascado «Historiólogo creativo»

Fuentes

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