Cuando pensamos en vidrieras nuestra mente viaja a la Edad Media, pensamos en esas fantásticas vidrieras de las catedrales góticas. Pero no son solo un elemento medieval, en el siglo XIX y en la actualidad las seguimos encontrando.
Las vidrieras son bastidores de vidrio pintados con diferentes elementos o coloreadas, con las que se cierran y decoran espacios, normalmente puertas o ventanas pero también lucernarios, patios de luces, ventanas de escaleras… Permiten el paso de la luz pero de forma matizada, dividen ambientes o los crean. Son un elemento funcional y a la vez ornamental-decorativo.
Parece que su origen está en la zona oriental del Mediterráneo. Los árabes aprendieron de los bizantinos la técnica de la fabricación del vidrio. En el siglo XII en el Imperio Carolingio, el imperio de Carlomagno, ya encontramos vidrieras. Aunque ya en la época romántica las encontramos, su gran época fue el gótico. Concretamente su momento de mayor esplendor fueron los años entre 1200 a 1232. Las encontramos sobre todo en catedrales. Se representan en ellas escenas fundamentalmente religiosas y en menor medida históricas. Las vidrieras se convirtieron en parte de Europa en la forma fundamental de representación pictórica. Su función era básicamente educativa. Mediante las vidrieras se enseñaba al pueblo, mayoritariamente analfabeto, imágenes-escenas del Nuevo Testamento. Eran una forma de comunicación, se buscaba también crear una impresión de que el edificio estaba iluminado por una luz divina, gracias a la cantidad de colores y formas que daba el vidrio. Vidrieras góticas como las de las catedrales de Chartres, París, Colonia, Toledo…
A partir del siglo XVI los vitrales entraron en un progresiva decadencia. El estilo renacentista valoraba más otro tipo de soportes para la representación pictórica. En los siglos XVII y XVIII apenas se realizaban nuevas vidrieras.
En el siglo XIX revive la vidriera en el estilo historicista, inspirado en estilos artísticos del pasado. Encontramos vidrieras neogóticas, inspiradas en el gótico medieval. Pero el gran momento de los vitrales entre los siglos XIX y XX fue con el estilo nouveau-modernista. La importancia que daba este estilo a lo decorativo hizo que se valorara de forma muy importante a las vidrieras.
En el siglo XX la vidriera se convierte en un elemento secundario. Estilos mayoritarios como el racionalismo o minimalismo apenas las utilizan. A pesar de ello artistas como Marc Chagall, Georges Roualt, Henry Matisse o diseñadores como Le Corbusier las realizaron partiendo de las bases de las nuevas vanguardias artísticas.
En la actualidad la vidriera no deja de ser un elemento decorativo utilizado de forma minoritaria, aunque está viviendo un cierto auge. Su forma de realización básicamente sigue siendo artesanal. Sus motivos y temas son menos recargados que en siglos anteriores. Los diseños son más lineales. Los motivos religiosos ya no son mayoritarios. Sus temas son variados: abstractos, cubistas, heráldicos, reproducción de pinturas conocidas, incluso fotografías personales…
Vidrieras decorativas y funcionales; transparencias hechas color y arte.
Fausto Sánchez-Cascado. «historiólogo creativo»