Las farmacias han cambiado. Ya no son exclusivamente un lugar donde se suministran medicamentos, han ampliado su concepto. En ellas podemos encontrar productos de cosmética, alimentos especiales, productos de higiene personal… Ello ha influido en sus interiores, en ellas se han introducido los nuevos conceptos del interiorismo comercial.
El nuevo concepto de farmacia rompe con la idea de las antiguas boticas. Fueron los árabes, al inicio de la Edad Media, los que separaron el concepto de medicina y farmacia y en el año 754 establecieron en Bagdad los primeros establecimientos farmacéuticos. La que se considera primera farmacia Europea es la de Santa Maria de la Novella en Florencia fundada en 1221. A lo largo de la Edad Moderna y del siglo XIX se consolida el modelo de despacho de farmacia-botica que ha dominado hasta hace unos pocos años. Farmacias con un amplio mostrador, estantes y una rebotica. Hasta el siglo XX los medicamentos eran realizados mediante fórmulas magistrales por los propios farmacéuticos en la rebotica que era una especie de laboratorio. Los estantes estaban llenos de albarelos, recipientes de cerámica cilíndricos en que se guardaban las hierbas o elementos utilizados para confeccionar los medicamentos. Los estilos de los interiores estaban influidos por los dominantes en el momento barroco, historicismo y Art Nouveau entre otros. A partir del siglo XX con la creación de los laboratorios farmacéuticos en las farmacias básicamente se dispensan productos realizados por los laboratorios y, en general, casi desaparece la labor de realización de las fórmulas por los farmacéuticos. El estilo que dominaba era el funcional.
Con la introducción del interiorismo comercial, las nuevas farmacias intentan cambiar el concepto de las antiguas boticas. Las fachadas buscan captar la atención del usuario, marcando claramente su imagen corporativa. Su distribución suele ser diáfana, marcando una zona de atención personalizada y otra de ventas. Zonas, por ejemplo, de venta de medicamentos, cosméticos y productos infantiles. En algunos casos hay una zona dedicada a los niños y una zona privada con laboratorio y un espacio polivalente. La localización de las diferentes zonas se suele facilitar mediante materiales, texturas o elementos de señalética. Se tiende a partir una iluminación natural con la utilización puntual de Leds y retroiluminación para resaltar productos determinados. En el mobiliario dominan estanterias y mostradores entre funcionales y minimalistas con tonos blancos, color que suele dominar en todo el interior. Un mobiliario básicamente expositor más que contenedor de productos. Como estilos dominan el funcionalismo, minimalismo y futurismo.
Las nuevas farmacias han tomado muchos elementos estéticos de las parafarmacias, establecimientos en que se dispensan productos cosméticos, de higiene personal y alimentos dietéticos sobre todo, productos estos que en la actualidad, como hemos indicado, son también una parte importante de las ventas de las farmacias tradicionales.
Hay un aspecto que quizá se ha dejado un poco de lado en este nuevo concepto de farmacias. Una parte importante de sus usuarios son personas de la tercera edad, en muchos casos con dificultades motrices y de otros tipos, sería conveniente tenerlos en cuenta y partir de elementos que tuvieran más en cuenta sus necesidades.
Despachos de farmacia, boticas, farmacias, interiorismo comercial para nuestra salud.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado, “historiólogo creativo”.
Referencias:
_ http://decofilia.com/blog/farmacias_de_diseño
_ https://www.concept.es/diseño-farmacias-conceptos-importantes
_ http://dromliving.com/diseo-farmacia
_ https://ministryofdeco.blogspot.com/2015/11/10-farmacias-de-diseno-interiorismo-que.html
_ https:es.wikipedia.org/wiki/Historia-de-la-farmacia