RECIBIDORES

Un recibidor (un vestíbulo, un hall) es un espacio normalmente situado junto a la entrada que da acceso al resto del interior. Una zona de estancias cortas, de recepción;  una zona de paso, en que nos descargamos de llaves, paraguas, zapatos…

Si entendemos que un espacio interior (casa, oficina, tienda…) puede contarnos o ser una historia, el recibidor sería su prólogo, su introducción. Un vestíbulo sugerente nos incitará a seguir “leyendo” o viendo la historia del interior. Es una tarjeta de presentación de la casa. Podemos entenderlo también como un espacio de tránsito, un espacio intermedio. El elemento que nos introduce (sobre todo en el caso de la vivienda) en el ámbito interior, privado, estable que es la vivienda (siguiendo las teorías Feng Shui, el Yin) frente a la calle, el tráfico, el ruido exterior (el Yan). Un espacio intermedio entre el exterior y el interior, ni propiamente calle ni propiamente casa, que comparte características de los dos mundos.

El recibidor es actualmente un espacio en decadencia, al menos en las viviendas. La falta de espacio, los ha sacrificado en muchos casos, o los ha convertido en una zona de paso, en  un ensanchamiento del pasillo, con pretensiones de habitación. A pesar de ello seguimos encontrándolos con sus consolas, percheros y espejos, en estilos diversos rústicos, funcionalistas, minimalistas…

Quizá algunos sigamos estimando los recibidores, porque nos recuerdan a un pasado reciente. Quizá, porque en el conjunto de espacios interiores son un poco un espacio perdedor y amamos a los perdedores.

Fausto Sánchez-Cascado. «historiólogo creativo»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *