La escuela de diseño de Valencia Barreira Arte y Diseño, en el marco de los Interiors Design Days realiza los días 9, 10 y 11 de mayo unas jornadas tituladas A la carta. Interiorismo & Restaurantes. Esta iniciativa sobre el interiorismo en restaurantes nos ha hecho plantearnos realizar un nuevo post (a añadir al publicado hace unas semanas Restaurantes.Interiores comestibles, 2017-03-21) centrado en los restaurantes de Alta Cocina, los que muchas veces se denominan “restaurantes de diseño”.
Detrás de este concepto de “restaurantes de diseño”, por desgracia, suele haber unas connotaciones negativas. Se asimila en muchas ocasiones a este concepto, el de un restaurante con precios desorbitados, con “platos grandes y raciones pequeñas” y en los que es más importante la estética que la propia gastronomía. Restaurantes “de moda”, en palabras actuales “de postureo». A esta idea ha ayudado el “boom” de la gastronomía de la última década, esa visión de la gastronomía como “el octavo Arte”.
Cualquier restaurante requiere un proceso de diseño de su interior. Bien sea un buffet, un restaurante de comida rápida o un bar “Casa Paco” con menú diario. El interiorismo no se limita a restaurantes con estrellas Michelin. En última instancia, todos se dedican a alimentar a unos clientes-usuarios, lo que variará serán las necesidades del establecimiento, los objetivos que pretenden conseguir. Lo que diferenciará a un restaurante de Alta Cocina de uno de comida rápida, será su tipo de platos, en el caso que nos ocupa platos de alta calidad, vanguardistas.
En la década de los noventa del pasado siglo e inicios de este, la tendencia dominante ha sido diseñar restaurantes de Alta Cocina, partiendo de estilos como el minimalista o industrial. El estilo, la moda, las tendencias, no deben condicionar un interior. Básicamente los aspectos a tener más en cuenta son la búsqueda de una buena relación entre funcionalidad y estética, la originalidad frente a la competencia y el conseguir que el interior ayude a conseguir para el cliente una experiencia emocional intensa.
Si el interior domina, nos alejamos del último objetivo de un restaurante. La distribución, el mobiliario, la iluminación… tienen que ayudar a la experiencia culinaria. Es absurdo ir a un restaurante solo por sus bonitas lámparas… El chef-el equipo de cocina serán un factor determinante. El interior se debe adaptar al tipo de cocina que desarrollen y a sus necesidades.
Restaurantes como un lugar donde se puede aplicar el interiorismo sensorial. Restaurantes en que el interiorismo nos debe ayudar a que el comer sea una experiencia memorable.
Texto: Fausto Sánchez-Cascado, “historiólogo creativo”.
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