La Viena de finales del siglo XIX e inicios del XX era una de las ciudades más importantes e influyentes del mundo. De allí surgieron los Talleres Vieneses, Wiener Werkstätte, que influyeron y fueron un antecedente básico del posterior Movimiento Moderno, del racionalismo-funcionalismo actual.
La Wiener Werkstätte fue una agrupación de artistas, artesanos y diseñadores. Se estructuró como cooperativa con talleres que realizaban productos como mobiliario, cristalería, objetos de metal, joyería, diseño textil y productos gráficos, que posteriormente se comercializaban o vendían en tiendas propias.
Los Talleres de Viena se fundaron en 1903 por Josef Hoffmann y Koloman Moser con el apoyo económico del empresario Fritz Wärndorfer. Su origen e inspiración por un lado viene de la Secesión de Viena (el Art Nouveau austriaco); pero de forma más clara del Arts and Crafts, el movimiento de Artes y Oficios inglés. La Werkstätte tomó como modelo el Gremio de Artesanos de Charles Ashbee. Como en el caso de los gremios del Arts and Crafts, se reivindicaba el producto bien hecho, con técnicas artesanales. En 1905 ya disponían de 100 empleados y 37 maestros de oficios. Para la realización de sus productos también colaboraron artistas como Gustav Klimt, Oscar Kokoscka o Egon Shiele.
Con el tiempo, sobre todo a partir de 1909, la Werkstätte se centro más en los talleres textiles y de moda. A partir del final de la Primera Guerra Mundial se empezó a iniciar la decadencia. La escasez de materias primas hizo que se utilizarán materiales menos duraderos y costosos, las ventas bajaron, Wärndorfer (el socio capitalista de lo Talleres) se arruinó… La depresión económica de la década de los treinta fue la gota que desbordó el vaso, la Wiener Werkstätte acabó su andadura en 1932.
En la realización de sus productos se buscaba la excelencia, el buen acabado y la funcionalidad. Se reivindicaba el trabajo artesanal, muestra de ello es que en los productos mediante un monograma circular se indicaba el artesano que lo había realizado. Este hecho iba también relacionado con las buenas condiciones para los trabajadores: participaban de las ganancias y recibían, en el caso del taller de ebanistería, una o dos semanas de permiso pagado.
La Wiener Werkstätte influyó en el interiorismo de su época. Hoffmann en edificios como el Palacio Stoklet, el Sanatorio Purkensdorf o el Cabaré Fledermaus partió del concepto de “obra de arte completa” (Gesamtkunstwerk), la integración total de la arquitectura exterior con la interior. Concepto que luego derivó en la idea del diseño total de los interiores del Movimiento Moderno y Estilo Internacional.
Wienner Werkstätte que tenía como uno de sus lemas: “Es mejor trabajar diez días en un producto que fabricar diez productos en un día”
Texto: Fausto Sánchez-Cascado «Historiólogo creativo»
Fuentes
_ FAHR-BECKER, Gabriele. Wiener Werkstaette.1903-1932. Taschen, Colonia, 2015
_ FIELL, Charlotte & Peter. Diseño del siglo XX. Taschen, Colonia, 2000
_ https://es.wikipedia.org/wiki/Wiener_Wekstätte
_ historia-diseno-industrial.blogspot.com/2015/09/Wiener-werkstatte
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