Ingo Maurer. Diseño de la luz

El pasado 21 de octubre fallecía a los 87 años el diseñador alemán Ingo Maurer. Detrás de esta noticia escueta hay algo más que la muerte de un diseñador de ya elevada edad. Maurer fue seguramente el diseñador de iluminación más valorado y original de los últimos cincuenta años. Para algunos, si se considera a Edison como el creador de la luz eléctrica fue Maurer el que le dio cientos de formas.

Maurer nació en la isla de Reichenau, cercana al lago de Constanza, en Alemania. Hijo de un pescador, se formó como diseñador gráfico y trabajó como tipógrafo. En el año 1960 se trasladó a Estados Unidos. Allí trabajó como diseñador gráfico. En 1963 regresó a Alemania donde fundó una pequeña empresa de fabricación de lámparas, Design M, posteriormente renombrada como Ingo Maurer GmbH. Su éxito se inició con la lámpara Bulb. Bulb (1966) es una luminaria que tiene como base una bombilla tradicional. Es una especie de homenaje a los objetos humildes y cotidianos. Una lámpara incluida en la colección de diseño del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

A partir de los años ochenta del pasado siglo, se convirtió en una referencia del diseño. Investigaba, jugaba y creaba con la luz. Realizó luminarias como: Willy Dilly (1983) de coste mínimo, YaYaHo (1984) un sistema de cables de baja tensión, el aplique Lucellino una especie de bombilla con alas, Porca Miseria (1994) compuesta de una vajilla rota en mil pedazos, Zettel’z (1997) con su pantalla de hojas impresas, Campari (2002), Lacrime de Pescatore (2009), por citar solo algunas de su centenar largo de luminarias. También realizó proyectos de iluminación para interiores como los del metro de Munich o la renovación de la iluminación del Atomium de Bruselas.

Sus diseños estaban inspirados por un lado por el racionalismo-funcionalismo de la escuela de la Bauhaus y por otro, en su vertiente más creativa, en movimientos como el Pop y el Antidiseño de los años sesenta y setenta. Su método de trabajo era peculiar.  En sus propias palabras, sus diseños surgían como sueños, a los que posteriormente con su equipo daba forma.

Maurer fue un adelantado en la aplicación de nuevas tecnologías a la iluminación, a la vez que un defensor de la iluminación tradicional. En sus diseños se mezclaban la imaginación, la artesanía y la técnica. La mayor crítica que se ha realizado a sus diseños es el valor escultural-artístico de muchos de ellos, aunque con ello se olvida que también realizó proyectos y luminarias estrictamente funcionales.

Maurer un diseñador que trabajó con la luz como materia prima. Luz de la que decía: “(…) puede ser sensual, puede ser reconfortante, incluso puede ser peligrosa, va más allá de la ciencia o la naturaleza, o incluso del arte, es tan potente como la vida misma

Texto: Fausto Sánchez-Cascado «Historiólogo creativo»

Fuentes

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