La bombilla cambió la historia de la humanidad pero, por lo que sea, a veces se nos olvida su importancia en el diseño de interiores. Sobre todo cuando hablamos de iluminar restaurantes
Ese chuletón te está haciendo ojitos, pero tú no te has dado ni cuenta. La iluminación del establecimiento te impide verlo, y otra historia de amor que da al traste. Mucho peor son esas citas románticas sin intimidad, porque a alguien se le ocurrió poner las luces a la máxima potencia. Y así da vergüenza hasta masticar. Si la ambientación tenue, a media luz, invita a alargar la velada y disfrutar de los postres, los focos blancos, más propios de un quirófano, restan calidez a cualquier comida familiar, cena de negocios o festín en solitario, que oye (por qué no) también requiere de sus mínimos de hedonismo.
Ha llegado la hora de decirlo: la mayoría de restaurantes están muy mal iluminados. El problema de interiorismo más habitual, entre tantos que se dan en el mundo de la hostelería (y que ya tratamos con anterioridad en Tiovivo), es que las decisiones no se ajusten a los objetivos. La decoración debe ser coherente con la estrategia del negocio, y por esto mismo, las luces dependerán del espacio y del efecto que queramos conseguir. ¿Nos gustaría crear un lugar íntimo? ¿Desenfadado y canalla? ¿Estamos hablando de la terraza o de la sala? ¿Y qué tipo de luminaria dará mejor resultado en cada caso?
En Tiovivo Creativo sentimos debilidad por el sector de la restauración. De ahí que nos hayamos propuesto ayudarte con las luces y la acción de tu restaurante. Mira esta lista de consejos, que son la base del bien. Luego, prepárate para ponerlos en práctica.
1.No descuides la entrada. Y no hablamos del hall, sino de la propia fachada. La luz exterior condiciona la primera impresión sobre el restaurante, y además, determina la fotografía que muchos usuarios compartirán en Internet. ¿Sabes esos sitios donde falta una letra en el rótulo de neón? Procura que no se trate del tuyo, y que la entrada ofrezca un aspecto cuidado, para que apetezca adentrarse más allá de la puerta.
2. La sala es para el comensal. Si quieres dejar un grato recuerdo entre tus invitados, de esos que te hacen regresar, procura que se sientan cómodos. Tu restaurante es el escenario de una vivencia. Si hablamos de una cita en un italiano, mejor emplear luz cálida que blanca, y además apostar por las lámparas indirectas o colgantes, que generan un clima de intimidad. El estilo de la luminaria también vendrá determinado por el espíritu del local, ya sea un espacio actual y moderno, o clásico y recargado.
3. Sin olvidar el trabajo del personal. Que los camareros vean bien al desplazarse por la sala es algo… fundamental. Existe una normativa europea para lugares de pública concurrencia (UNE 12464-1), que no solo vela por la seguridad de los trabajadores de sala, sino por el bienestar de los propios clientes. Nadie quiere acabar empapado en sopa. Por muy íntimo que resulte, el espacio debe ser funcional, para que se distinga el cuchillo del pescado del de la carne y la vajilla
4. La cocina es un mundo aparte. Y si conoces a algún cocinero, sabrás de lo que hablamos. Del mismo modo que se facilita el trabajo del personal de sala, es esencial que los miembros de la cocina dispongan de luz suficiente para desempeñar su oficio con tranquilidad. Lo contrario se traduce en cortes, quemaduras y muchas salsas desperdiciadas. También son importantes las zonas de transición, que conectan la cocina y la sala, incluso aunque el espacio sea de concepto abierto. Se debe crear un cambio suave de iluminación para evitar deslumbramientos al pasar de un lado a otro.
5. Si tienes un bar, dale rollo. La barra, cuántas alegrías puede dar. Por el día es el epicentro del tapeo y, cuando cae la noche, se convierte en el refugio del cóctel. Si quieres algo castizo, tira de luz natural, pero si apuestas por la sofisticación de los años 50 y los combinados de autor, entonces acompaña los taburetes de terciopelo con lámparas que caigan del techo. También resultan interesantes los focos de carril desplazables y los neones de poca intensidad, que pueden servir de luz de apoyo.
6. Aprovecha la luz natural. Dependiendo del tipo de negocio y del horario de apertura, puedes valerte de los recursos naturales, que además no te supondrán ningún gasto añadido. Las cafeterías especializadas en desayunos acostumbran a tener zonas muy bien iluminadas con vistas a la calle, por lo que sus clientes suelen alargar el tiempo de estancia. No subestimes el potencial de un ventanal bien situado, ni los rayos de sol que se cuelan por las ventanas, aunque solamente sean un complemento más.
7. ¿Cómo que hay terraza? Si tienes este recurso, no puedes desaprovecharlo. Tanto da que sea verano o invierno, siempre que se controle la temperatura con aislantes o con estufas. Volvamos a la luz, sobre todo la nocturna. La terraza debe ser vistosa, aunque para ello toque complementar la iluminación de la calle con farolillos o focos bajo las sombrillas. No solo serán de utilidad, sino no acabe estrellada en el suelo.
8. Haz un balance del gasto. Esto es un negocio, ¿no? El efecto estético tiene que comulgar con la funcionalidad del restaurante y la racionalidad en el gasto. Si quieres mantener unos consumos de iluminación ajustados, valora bien tus necesidades y actúa en consecuencia. Es importante optar por luminarias con la última tecnología, ya sean led, halógenas o fluorescentes. Asimismo, debes gestionar el uso mediante programas de control de la luz, que además te permitirán realizar mediciones.
9. ¿Has pensado en Instagram? Ya, ya; no quieres rendirte a la tiranía de las redes sociales. Pero bienvenido al mundo actual, donde muchos restaurantes se han hecho famosos gracias a Internet. En cuestión de restauración, la plataforma por excelencia es Instagram, así que no serás el primero ni el último que compone el bodegón de la mesa pensando en que no haya sombras y la luz facilite tomar una fotografía.
10. Cuenta con profesionales. Parece obvio, ¿no? Pues no lo es tanto. Si quieres que tu restaurante tenga una iluminación acorde a su finalidad, mejor optar por un experto que conozca bien el sector. En Tiovivo estamos dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestras manos, como si tiene que pasar por colgar las lámparas de la pared.
Texto: Almudena Ortuño, tioviver y periodista especializada en gastronomía y canal horeca